DOMINGO. 4 de FEBRERO DE 2018 Artículos publicado en el diario La Razón

ENTREVISTA DR. ENRIQUE MORENO GONZÁLEZ MÉDICO CIRUJANO

El doctor Enrique Moreno González, Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica, doctor honoris causa por más de veinte universidades, y una de las máximas eminencias mundiales en cirugía del aparato digestivo y trasplante hepático, nos habla, a través de esta entrevista, de las cirugías actuales en casos de cáncer.

Profesor, se celebra el Día Mundial Contra el Cáncer; ¿qué diría en un día tan destacado?

El término “celebración” no es, en este caso, motivo de felicidad, ya que “celebrar” sería más bien aplaudir o alabar algo; aunque también es conmemorar o festejar una fecha o un acontecimiento. Sin embargo, atendiendo a los resultados actuales en el tratamiento de está enfermedad, sí tenemos motivos para celebrar, si nos fijamos en el aumento de la supervivencia de estos enfermos debido al alto índice de curación que ofrecen los tratamientos, especialmente la cirugía.

¿Cuáles podríamos apuntar como los principales avances en el tratamiento del cáncer?

El mejor conocimiento de la genética puede demostrar la tendencia de algunos individuos a padecer un determinado tipo de cáncer. El mejor estudio inmunohistoquímico de los tumores permite ya la selección del tratamiento oncológico médico, especialmente en el aspecto complementario a la cirugía. Estos estudios determinarán el cambio del tratamiento a la inmunoterapia, refuerzo estímulo del sistema autoinmune que permite al enfermo luchar con más éxito contra la enfermedad.

No obstante, no todos los avances llegan a desarrollarse, como la preparación de anticuerpos monoclonales para un enfermo determinado, o la manipulación directa del cromosoma afectado para eliminar el condicionante cromosómico para el desarrollo tumoral. Estos y otros avances científicos suponen buenas expectativas para las personas con cáncer, pero complican mucho la actividad clínica de los cirujanos oncológicos, así como la de los propios oncólogos médicos.

¿Quiere decir que se provoca un efecto negativo?

En cierto sentido sí. Una noticia puede ser sensacionalista, pero inicua. Pero en el caso concreto de la enfermedad, actúa directamente sobre un enfermo que conoce su padecimiento , el pronóstico de la enfermedad y, frecuentemente, sus escasas posibilidades terapéuticas , lo que aumenta su ansiedad y padecimiento psicofísico, en especial, cuando del enfermo depende el futuro de los miembros de su familia.

Todo esto lleva a recordar que la terapéutica del cáncer y sus avances, se mantienen, en gran medida, en la línea tradicional, que indudablemente ha mejorado mucho, es decir, el tratamiento quirúrgico precedido o complementado con el oncológico médico.

Claro está que esto no reduce la importancia de que la sociedad conozca los avances de la investigación oncológica, aunque, por el momento, no pueda aprovecharse de ella por hallarse disponible para su utilización clínica.

¿Cuál considera que ha sido el principal hito en el tratamiento del cáncer hasta la fecha?

Indudablemente, el mayor avance lo encontramos en la concienciación social que hace afrontar al enfermo esta enfermedad desde la óptica de que puede curarse. Esto constituye una gran ayuda para el equipo médico responsable. Por otro lado, permite que el enfermo analice los síntomas iniciales de la enfermedad, y facilite el diagnóstico en un periodo inicial que posibilita una terapéutica más eficaz.

Claro está que la red sanitaria debe hallarse preparada para que el paciente pueda ser estudiado de forma rápida y estar dispuesta para tratarlo, Este hecho obliga a que la consulta sea siempre especializada, ya que las pruebas que se sugieran sean realizadas sin demora. Si la consulta y las decisiones sobre los exámenes a realizar son especializadas, es decir, con elevado conocimiento oncológico, el diagnóstico puede realizarse en un breve espacio de tiempo, eliminando también pruebas y otras consultas innecesarias.

En el ámbito de mi especialidad como cirujano, ahora los procedimientos quirúrgicos se realizan con mayor seguridad.

Dentro de esta mayor seguridad, ¿se encuentra la cirugía denominada como “mínimamente invasiva”?

El término “cirugía mínimamente invasiva” es acuñado por el interés de llamar la atención hacia aquellos cirujanos que la realizan y lanzar así un mensaje, a veces equívoco, en el tratamiento del cáncer. En un primer momento, se indicó como etapa inicial en el tratamiento del cáncer para conocer las posibilidades, de resección del tumor. Poco después, se demostró su ineficiencia, y posteriormente se postuló como el mejor método para reducir el dolor y el tiempo de hospitalización, lo cual se ha demostrado que no es significativo.

El enfermo debe conocer que la cirugía laparoscópica va asociada a incisiones para abrir la cavidad abdominal, y realizar las anastomosis intestinales que restablecen la continuidad intestinal o sirven para extraer el tumor liberado; de ahí los términos de cirugía laparoscópica asistida. En cuyo epígrafe se incluye la asociación a incisiones para introducir una mano en la cavidad abdominal que facilite la movilización del tumor.

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De la misma forma, el enfermo debe conocer que en el término “notes” se incluye, para evitar la incisión de la pared abdominal, la apertura de la pared del estómago. Del recto o del intestino grueso para extirpar la vesícula biliar, cuando puede hacerse perfectamente a través de una pequeña incisión cutánea (de dos o tres centímetros) que servirá para explorar como es debido el resto de las vías biliares y no mediante las anteriores técnicas.

Tal y como expone, los avances de la cirugía oncológica vienen dados por otros caminos…

Sí, lo refiere usted adecuadamente. La terapéutica quirúrgica en el cáncer ha mejorado por el diagnóstico en etapas más iniciales, más preciso y basado en los mejores métodos. De la misma forma, el conocimiento anatómico ha mejorado; los cirujanos son más hábiles en cirugía vascular y en la fisiología del tórax y el abdomen; conocimientos que le permiten abordar enfermedades, antes definidas como intratables.

Por otro lado, es evidente el esfuerzo de los tratamientos noadyuvantes (antes de la intervención quirúrgica) y coadyuvantes ( complementarios al tratamiento quirúrgico).

Finalmente, doctor Moreno, ¿qué mensaje enviaría a aquellas personas que estén pasando por un cáncer?

Que, al menos, en lo que se refiere a las enfermedades torácicas y del aparato digestivo, el pronóstico es mucho mejor que en los años precedentes. Que se sometan alas pruebas establecidas (esófago-gastroscopia y colonoscopias periódicas); que acudan a un especialista si aquejan ictericia de aparición brusca, dolor abdominal o en la región dorsolumbar de intensidad creciente; alteraciones en el hábito intestinal (eliminación de heces), pérdida de sangre a través del ano, pérdida de peso injustificada, pérdida del apetito o cansancio, pérdida persistente de sangre a través de la vagina o con la orina. Estas y otras consideraciones ayudarán a un diagnóstico precoz de la enfermedad y aun tratamiento más eficaz.

Enrique Moreno González