Siempre se ha dicho que en este mundo todo se vende y se compra. En Tierra Canalla queríamos comprobarlo así que hemos buscado en la red hasta topar con los cinco artículos más curiosos que se comercializan. Todos son legales y existe un mercado más o menos lucrativo entorno.

Abramos apuestas: ¿Sobre cuántos de ellos habías oído hablar?

                                                                                 1.  Diente temporal de repuesto

¿Quién no ha perdido nunca un diente? Ya sea por abrir botellines a mordiscos o por bajar acantilados alocadamente en bici, resulta que ir mellado en algún momento de la vida es más corriente de lo que parece.

Desde hace tiempo este problema tiene solución. Diversos fabricantes comercializan dientes sueltos que cualquiera puede adquirir y colocarse en su propia casa. Se trata de prótesis temporales que te sacan del paso hasta que el dentista repare el estropicio con un implante de verdad.

Se pueden encontrar en internet a partir de 7.95 € euros más gastos de envío y vienen con su kit de instalación incluido.

Fuente imagen: provisorischerzahnersatz.de

 

            2.   Zapatos sueltos para cojos

Parece una broma de mal gusto pero es real. Existe un mercado donde adquirir calzado por unidades. La cosa cae de maduro, ¿por qué pagar el par completo cuando sólo necesitas un zapato?

Hemos encontrado un buen número de webs dedicadas a ello. No se trata de desalmados que hacen leña del árbol caído, en general son plataformas virtuales sin ánimo de lucro donde los usuarios ofrecen ese zapato que nunca gastarán y donde también pueden comprar unidades sueltas.

Pero la cosa va más allá. También existen páginas similares pero para intercambio de tallas. El motivo es que hay algunas personas que tienen un pie notablemente más grande que el otro y están abocados a comprar dos pares de zapatos para calzar el número correcto en cada pie.

Hasta la generalización de internet las probabilidades de encontrar a alguien complementario en este sentido eran mínimas, los afectados debía comprar dos pares o bien llevar un zapato ajustado en un pie y en el otro un zapatón con relleno. La tecnología permite hoy en día crear sitios webs donde poner en contacto a estas personas para que busquen su media naranja.

Fuente imagen: Odd Shoe Finder

3 Excremento humano

                  Fuente imagen: Open Biome

Así es, amigos, la caca se compra.

OpenBiome, un laboratorio sito en Massachusetts, USA, gasta una buena cantidad de dinero al año en materia fecal. De hecho ha constituido el primer banco de heces humanas del mundo.

Este laboratorio vende muestras congeladas de heces a diversas clínicas que realizan trasplantes fecales a personas infectadas por la bacteria Clostridium difficile. Los afectados por esta infección sufren fiebres, diarrea e incluso la muerte. El tratamiento con heces de personas sanas permite repoblar la flora intestinal dañada.

Este laboratorio paga a los donantes $40 (35 €) por deposición y un extra de $10 (9 €) si donan durante cinco días seguidos.

Pero no es oro todo lo que se cuela por el váter, OpenBiome rechaza al 96% de los candidatos que se presentan para donantes. Al parecer las heces han de cumplir unos mínimos de excelencia por lo que el candidato y sus creaciones son sometidos a numerosas pruebas y análisis para descartar cualquier tipo de patología o mal hábito alimentario que pudiera afectar al resultado del trasplante.

Todo surgió, cuenta Mark Smith, microbiólogo y fundador de la compañía, gracias al autotratamiento de un primo suyo que padeció la infección del Clostridium difficile. Al parecer nada funcionaba y él mismo decidió trasplantarse heces de un compañero de universidad mediante una licuadora y un enema.

¡Un negocio turbio este!

4.  Compra el tiempo, crea tu espacio

Fuente imagen: Get Your Time

Es el lema de Get Your Time. Esta empresa te reserva un espacio en el tiempo. Suena marciano pero es real y bastante simple además.

Estos emprendedores españoles custodian un calendario virtual en su web. Cualquiera puede solicitar la propiedad del día que le interese ya sea pasado, presente o futuro y si está libre te venden ese espacio por un precio que va desde los 4.99 euros hasta varios miles, según sea el nacimiento de Cristiano Ronaldo o un martes cualquiera.

Los días especiales, de precio desorbitado, están divididos en acciones y funcionan como la bolsa. Por ejemplo el nacimiento de Justin BieBer, el viernes 1 de marzo de 1994, se cotiza a 1.99 € cada segundo de un total de 86.400 segundos, el día completo.

Cuando adquieres tu día puedes colgar fotos, videos, poemas o la información que quieras, siempre y cuando no sea rechazada por el administrador de la página por motivos de contenido inapropiado.

El día de la boda o el nacimiento de un hijo suelen ser las fechas recurrentes para dejar huella en la memoria colectiva. La página funciona además como una especie de red social donde puedes comentar y compartir la información colgada por los demás.

Es una bella o cutre manera, según se mire, de añadir tu piedrecita a la pared de la humanidad y formar parte de la historia virtual, al menos en ese pequeño espacio.

Si te atrae la idea de inmortalizar tu estampa en una combinación binaria este es tu sitio.

5.  Se vende terreno en la Luna

Fuente imagen: eltiempo.es

Esto viene de lejos y seguramente te suene. Al límite de la estafa es quizás la manera más tonta de gastar dinero. A pesar de ello mucha gente ya ha comprado su parcela en nuestro satélite vecino, y aún más, se vende Plutón entero por $250.000 en una página que parece más bien la antesala de una secta perniciosa que otra cosa. Pero oye: ¡Es una ganga! En el catálogo se ofertan también los demás planetas, enteros o por lotes.

Aunque hay dudas sobre la legalidad de estas operaciones, las empresas que comercializan los terrenos aluden que en los años 70 Dennis Hope registró a su nombre el satélite y todos los planetas del sistema solar, por tanto son suyos y vendibles como cualquier otra propiedad

¿Pero qué lleva a alguien a comprar?

El gancho de la operación es un precio más que razonable. 500 m2 salen por 45 euros. ¡Un chollo! Bien distribuido da para un unifamiliar con jardín, garaje, piscina y barbacoa. Sólo falta llegar hasta la Luna y adaptarse al entorno evitando morir a toda costa.

En realidad se adquieren por diversos motivos: por romanticismo, regalar la Luna es un detallazo, o al menos una parte de ella; por pura satisfacción, aunque sea una tontería nos gusta fardar por todo; por la esperanza de que se revalorice el terreno o se descubra algún valiosos yacimiento y, aunque parezca imposible, por si hubiera que trasladarse con urgencia a una colonia extraterrestre en un futuro próximo.

Hay que advertir, rizando el rizo, que la cosa se puede poner en contra de los propietarios y quizás empiecen a pasarles recibos por gastos de escalera, recogida de basura espacial, impuestos de circulación del Rover, etc. Así que ojo, si decides invertir en la Luna, lee la letra pequeña antes de firmar nada.

Tierra Canalla

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