La falta de agua ha sido una constante en la historia de Toledo y muchas han sido las dificultades existentes para el abastecimiento de auga potable en la ciudad.

Llueve escasamente, las aguas subterráneas son pocas y salobres y entre la ciudad y el rio hay demasiado desnivel como para ser fuente regular de suministro de agua.

La escasez agudiza el ingenio. Buena muestra, la gran variedad de soluciones y sistemas que a lo largo del tiempo encontraron los toledanos para llevar el aguas a sus casas.

Agua para todos

Haciendo honor a su fama de grandes ingenieros, los romanos solucionaron totalmente la disponibilidad de agua par el consumo humano. Durante su doniminación se construyo la presa de Alcantarilla, los canales de conducción hasta la ciudad, así como un acueducto sifón para atrevesar el vado del rio.

Se cree que funcionó durante 900 años, hasta el siglo IX, disponiendo la ciudad en estos siglos de agua potable para el consumo humano y la limpieza doméstica de forma cómoda y barata.

La destrucción del sistema de abastecimiento romano llevó a los toledanos a buscar soluciones diversas para solventar el problema de llevar el agua a sus casa, que no satisfacían ni en cantidad, ni en calidad las necesidades de sus habitantes.

Hubo que esperar hasta el año 1948 para que un nuevo sistema híbrido, con el patano de Torcón construido con las mismas ideas de los romanos, resolviera el problema definitivamente e hiciera llegar a Toledo el agua corriente como lo entendemos en la actualidad.

Numerosos han sido los intentos de abastecer de agua del Tajo a Toledo pese a las dificultades técnicas que conlleva. Durante la Edad Media hubo algunos empeños de particulares, pero será con la llegada del siglo XVI cuando los poderes públicos empezaron a buscar soluciones serias al problema del agua, surgiendo diversas iniciativas para elevar el agua del río a la ciudad.

El único que lo consiguió fue el famoso artificio del relojero italiano Jaunelo Turriano, que aunque función durante poco tiempo, pero fue un gran logro para la ingeniería hidráulica del siglo XVI y punto de referencia en cualquier tema relacionado con Toledo o con los artefactos hidráulicos.

Los demás ingenios o artificios, como así se denominaban, quedaron en simples proyectos o no consiguieron funcionar.