Cuando volamos por lo general los asientos van numerados y son nominativos, pero sin embargo, muchos pasajeros piden el favor a otros de cambiar el asiento, y lo que dicen o argumentan son cientos de cosas que a veces llegan a ser extravagantes, muchas de ellas absurdas y la mayoría inimaginativas.

A muchas personas y de hecho a la mayoría no le gusta la idea de tener que ceder el asiento, y por lo general una petición por el estilo suele pillarnos de imprevisto y ya que muchos de nosotros somos educados, terminamos aceptando y todo ello con una sonrisa.

Pero no siempre las ganas nos sobran y no es secreto para ninguno de nosotros, y en caso de que queramos defender nuestra posición de quedarnos, en muchas oportunidades te podrías ganar unas cuantas malas miradas y alguna justificación extra. Muchas veces una segunda petición o insistencia en forma de presión y posiblemente algún enfado.

Para evitarlo, una conocida bloguera del blog World Wonders de vmirechudes.com, ha desarrollado una respuesta que resulta universal para todo este tipo de situaciones que puedan surgir,y que de alguna forma le devuelve el efecto sorpresa y hace desistir al demandante de inmediato.

 

Os la contamos a continuación.

“Odio cuando subo al avión o el tren y alguien me pide cambiar de asiento cuando ya me he instalado. ¿Por qué debería cambiar? Es mi asiento, va a mi nombre… pero no tengo ganas de discutir…

Con el tiempo he desarrollado una respuesta universal, que pronunciada suavemente y con una sonrisa tranquila y agradable, hace que mi interlocutor desista de inmediato.

‘Lo siento, no deseo cambiarme. El asiento va a mi nombre y en caso de accidente impediría la identificación’.

Después de eso, nada ocurre“.

Una buena respuesta que hace que la gente no lo intente más y aceptarán de inmediato, de esta forma podemos defender nuestra posición de una forma asertiva. ¿qué opinas tú?

Fuente: Fishki.com