El castillo de Almansa, como ya lo dice su nombre se localiza en el municipio de Almansa de la provincia de Albacete.

Uno de los castillos mejor conservados y ofrece además una impresionante visión de la ciudad desde el Cerro del Águila, en la que se asienta.

Los orígenes de Almansa tal vez haya que buscarlos en la época romana, conocida como Ad-Aras junto a la vía Heráclea.

Almansa alcanza renombre en época islámica, y es en el 1241 cuando la ciudad se entrega al príncipe don Alfonso (futuro Alfonso X el Sabio), bajo el reinado de Fernando III el Santo, y una vez conquistada la cercana población de Chinchilla.

El castillo de difícil acceso su recinto amurallado está adaptado a los desniveles del terreno.

Foto: La cadena del rector

El cerro del águila parte de norte a sur, el castillo se adapta de forma asombrosa al terreno sobre el que se asienta.

Se trata de una fortaleza de 100 metros de largo por 30 metros de ancho.

Es de destacar la torre del homenaje, con su entrada en una zona elevada que dificultaba el acceso.

Las escasas ventanas, y el remate de sus almenas transmiten su espíritu defensivo.

Foto: Almansa.net

La escalera de caracol, tallada en la roca, que conduce a la terraza de la torre, conserva elementos de cantería, y está considerada una maravilla del gótico albaceteño.

El castillo está formado por dos recintos escalonados, ambos defendidos por torres semicirculares y muros almenados.

El recinto inferior del castillo poseé dos puertas de acceso, la del lado oeste y la segunda puerta situada en el lado norte.

Conquistado por Jaime I de Aragón, fue cedido a la Orden del Temple, pasó después a Castilla, y fue dotado con dos fueros, el de Requena y el de Cuenca, por el rey sabio Alfonso X.

F: Turismo Castilla la Mancha

castillo de almansaComo curiosidad, En 1919 el alcalde de Almansa denunció el estado ruinoso del castillo y solicitó permiso para su demolición.

Pero gracias a los informes realizados por la Real Academia de la Historia y la Real academia de Bellas Artes de San Fernando, en contra de la petición del Ayuntamiento, el castillo de Almansa no sólo se salvó, sino que además, por Real Orden de febrero de 1921 fue declarado Monumento Histórico Artístico Nacional.