La empresa española Grabat Graphenano Energy, perteneciente al grupo Graphenano, presentó en Madrid en febrero del 2016, unas baterías elaboradas con polímero de grafeno que en el caso de su utilización para vehículos eléctricos podría dotarles de una autonomía de hasta 800-1000 kilómetros, dependiendo del peso del vehículo.

Al acto de presentación, que tuvo lugar en el salón de actos del COAM, asistieron, además de numeroso público, profesionales del sector, y medios de comunicación nacionales y extranjeros, y también el secretario de Estado de Comercio (en funciones) Jaime García-Legaz Ponce, quien elogió esta iniciativa y deseó un futuro altamente prometedor.

Además de la autonomía, estas baterías ocupan hasta un 30% menos que una batería de litio tradicional, y se pueden cargar en solamente cinco minutos. Está claro que Grabat Graphenano Energy ha desarrollado una batería con unas características mucho más eficientes que cualquiera de las que actualmente se incorporan en la mayoría de coches eléctricos del mercado.

El grafeno es transparente y ligero, genera electricidad a la exposición de la luz y, por ello, posee una alta conductividad eléctrica y térmica.

La presentación de las baterías fue realizada por el Consejero Delegado de Graphenano, Martín Martínez Rovira, quien comentó que, en principio están dirigidas a marcar una autosuficiencia en necesidades del hogar, en cualquier tipo de vehículos eléctricos e incluso en los marcapasos.

Las pruebas realizadas sobre estas baterías por organismos independientes, TÜV y DEKRA, fueron totalmente satisfactorias, marcando una serie de ventajas sobre las actuales baterías de litio para coches, pasando de 180 Wh/kg a 1000 Wh/kg y un voltaje de 2,3 v. Además, la vida de la batería de grafeno es cuatro veces superior a la de una de litio, con un precio similar al de esta.

Según Martínez Rovira, si la red eléctrica lo permitiera, se cargaría una batería en 5 minutos, dotando a un vehículo de una autonomía de 800 kilómetros, frente a los 400 que ofrece Tesla o los 250 de Nissan. También comentó que, en el caso de un utilitario, la batería no llegaría a pesar 100 kilos. Y precisó que las baterías de grafeno son modulables, en función del tipo de vehículo o de avión que le solicitaran sus clientes.

Para el desarrollo de las baterías se precisó la colaboración de las Universidades de Córdoba y Ciudad Real, y la fabricación, que se realizará en España y en China será posible gracias a la aportación del grupo CHINT, multinacional china asociada a Grabat Graphenano Energy y especializada en automatizaciones, producción de placas solares y generación de energía eléctrica. El proyecto también contó con el apoyo del Gobierno de Murcia.

La comercialización se espera que esté funcionando a pleno rendimiento en 2019, con picos de facturación de entre 3.000 y 4.000 millones de euros.

Para ello, está previsto realizar la industrialización de las baterías en dos fases. La primera, en la que ya se han invertido 30 millones de euros, servirá para construir 20 líneas de fabricación en Yecla (Murcia). La segunda requerirá una inversión de 350 millones de euros para ampliar la fábrica y propiciar el empleo de 7.000 personas, todo para posibilitar conseguir los objetivos de facturación previstos para 2019.

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